

Wimbledon es sin duda alguna el campeonato que más adeptos tiene a nivel mundial, y ¿cómo no va a serlo? Si es el torneo más antiguo del mundo, y el que ha hecho que miles y miles a lo largo de la historia se enamoren del llamado “Deporte Blanco”; término que nace precisamente en el All England Club, donde se dice que nació el Tenis en sí, como un nuevo deporte.
Reservado solo para la nobleza, era el deporte que se jugaba con pantalón largo, chaleco y camisa de manga larga… Claro, eran caballeros quienes lo jugaban. Y la regla era que todos debían de hacerlo con un solo color de vestimenta, el color Blanco.
A lo largo de la historia Wimbledon ha conocido muchos campeones y campeonas, pero en esa larga y selecta lista, sobresalen 2 nombres: Serena Williams y Roger Federer. Quienes se han acreditado el título en 7 y 8 ocasiones respectivamente; algo que a simple vista pues no parece un número tan exhorbitante, pero recordemos que se dice que la vida “productiva” de un tenista es de poco más de 8 años (desde que alcanza su máximo punto, hasta decae a perder en rondas preliminares); si lo vemos de este modo, deberían de haberlo ganado durante todos sus años productivos para poder alcanzar dicha cifra.
El día sábado está reservado para el tenis femenino (como debería de ser en todas las disciplinas deportivas, es una final más, y como tal se debe respetar), y así fue este sábado 13 de Julio, donde se tendrían que enfrentar Simona Halep (3) contra la reina del All England Club, Serena Williams (10).
Sin embargo Halep cumplió con lo que se veía en el papel, al ser la 3ra preclasificada del torneo, necesitó poco menos de 1 hora para barrer con la preclasificada 10 del torneo, en la cancha donde esta última se había alzado 7 veces con el torneo de manera individual y 6 veces en dobles.

La rumana se convirtió así en la primera en ganar Wimbledon, y truncó el sueño de Serena de quitarle el récord a Margaret Court como la mujer con más Grand Slams en la era abierta (24 en total).
El domingo nos daba la cereza del pastel, para completar 13 días de competición sobre el único Grand Slam que se juega sobre hierba; una pelea que si nos remontamos a la edad media, sería inimaginable, Novak Djokovic conocido como el Joker y su majestad, Roger Federer, se enfrentarían una vez más en la cancha central del All England Club.
El partido comenzó parejo, sin ninguno de los 2 dejado que el otro le quebrara su servicio, cumplieron a cabalidad el libreto, y fue necesario un mini quiebre para que Novak se adjudicara el primer set 7-6(5); ambos precisos, con jugadas que requerían precisión quirúrgica.
En el segundo set, el máximo ganador de Grand Slam de la historia, daría muestra de el porque con casi 38 años sigue en la cúspide del tenis y porque ha sido el hombre que se ha mantenido más semanas como número 1 del mundo; y derrotaría a Novak con un contundente 6-1, con algunos errores no forzados por parte del Serbio, pero con una cátedra de técnica por parte del Suizo.

El tercer set llegaba con un Nole nuevo, con un movimiento de pies exquisito contrarrestando los ataques de su majestad, siendo más preciso y con golpes certeros, que hicieron daño del lado del helvético, de nuevo se presagiaba una muerte súbita para determinar el ganador, y así fue; de nuevo Novak se dejo el tiebreak 7-6(4).
Y la historia se repitió de nuevo en el 4to set, Federer de nuevo con golpes inigualables, con un Novak cometiendo errores no forzados y fallando pelotas simples, empezó a venirse el mundo abajo para el de Serbia, que vería como su rival se dejaría el set con un 6-4 contundente.
Para los seguidores de Federer, la llegada del 5to set, era de preocuparse, y no era para menos, ya se superaban las 3 horas de partido, y por más que Roger demostraba una y otra vez su gran condición física, todos ellos sabían que a los 38 años mantener un juego por ese tiempo al nivel de exigencia que lo estaba llevando Nole, tarde o temprano pasaría la factura; y así fue en el segundo juego de saque del Suizo, Novak quebró el servicio y se puso arriba; el sueño de alcanzar por 9na vez el título de Wimbledon se alejaba de las manos de Federer; muchos recordaban inclusive esa agónica final contra Andy Roddick en 2009, donde Federer tuvo que exigirse al máximo para derrotar al Estadounidense.
Pero la leyenda de Federer no es de gratis, para sorpresa de todo, incluso del mismo Novak que veía al cielo y preguntaba ¿Cómo? ¿Por qué?, el suizo empezó a jugar como hacia muchos años no se le veía y logró igualar la serie, dejando a más de uno con el corazón en la mano, Nole por su parte se negaba a morir, y sacaba esa clase que lo ha llevado a ser el número 1 del mundo los últimos años.
Ambos jugadores quienes han escrito letras doradas en la historia del tenis, querían seguir haciéndolo, es por ellos que decidieron ser los primeros en llevar una final de Wimbledon a muerte súbita, igualaron a 12 juegos (jugaron un set extra prácticamente) y con poco menos de 5 horas decidieron ser una nueva página en la historia, al inaugurar está instancia en el torneo.

Al final Novak Djokovic se consagró campeón Wimbledon tal y como lo había hecho el año pasado.
Al frente un Roger maduro que sin duda alguna será siempre una leyenda, que estará en la memoria de todos, inclusive la de Novak, quien le veía y tenía en su cara un signo de pregunta.
El que reina ahora en Wimbledon es el Joker, destronó al Rey del césped, y lo hizo en el patio de su casa.

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