Llega el primer Superclásico del 2023 entre el Real Madrid y el FC Barcelona, con la Supercopa española en juego. Hay mucho más en juego que un trofeo.
Tanto para los de Ancelotti como para los de Xavi, el resultado del domingo es un punto de inflexión para el resto de la temporada.
El Real Madrid llega a la final después de eliminar al Valencia en la tanda de penaltis, tras empatar 1-1. El conjunto merengue arrastra dudas en el sentido de que sus jugadores parecen desgastados. Las críticas se centran en Benzema. Pero la realidad, es que sigue anotando goles; y el debate en verdad, debe estar en otros hombres como Modric o Kroos, los cuales aún tampoco han renovado el contrato como sucede con el francés.
La edad y la llegada al club de jugadores de futuro, como Camavinga, o la posible del inglés Bellingham, hacen que haya dudas con el alemán y/o con el croata. Y una derrota en la final, no haría sino acentuar todo este asunto. Otro que tiene que demostrar que aún desea ser jugador para el Madrid, es Asensio. El mallorquín ha ido perdiendo confianza en su juego, temporada tras temporada; y Valverde y Rodrygo desde hace años le han ganado la titularidad. Le queda poco tiempo para hacer valer su valía.
En el Barça, la final es igual, un momento fundamental para que el proyecto de Xavi tenga completa credibilidad. Tras ganar al Betis en la tanda de penaltis, con Ter Stegen como figura, el conjunto azulgrana volvió a generar dudas, a pesar de estar en el liderato de la liga española, y aún tener todas las posibilidades puestas en la Copa del Rey, y en la Europa League.
El problema del equipo culé es que no consigue cerrar los partidos con suficiencia. Y la afición desea que el Barcelona vuelva a la senda del buen juego. Además, por si fuera la falta de excelencia en el juego; sigue muy presente la actualidad económica del club, que es limitada. A pesar del gasto de 1500 millones de euros para la reforma del Nou Camp; el dinero para fichar es muy justo.
Desde la directiva se busca un revulsivo para el lateral derecho, donde Bellerín no convence completamente; hay la necesidad de un sustituto de Gerard Piqué, que es Iñigo Martínez, pero que llegaría en verano de manera gratuita; y el descanso de Busquets, en un jugador que es Neves, que gusta a la directiva, pero no termina de convencer a Xavi.
El domingo, más que un título, se juega la estabilidad de ambos clubes. Quien no consiga el título, será fruto de comentarios críticos, lo que dificultará el camino de ahí a final de temporada. Mucho que perder y poco que ganar.
Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.
