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jueves, abril 25, 2024
Opinión

Qatar 2022: Un error mundial

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El 2022 marcará un antes y un después en la historia de los mundiales, de eso no hay duda. Será la primera vez en la historia de esta competición que se juegue en invierno.

Es de antemano, un Mundial donde prima el dinero, el egoísmo y la falta de derechos humanos. En un país, donde el clima en verano es de temperaturas infrahumanas para la práctica del fútbol. Se hacía inviable, que se produjera allí la disputa de un torneo tan importante. Pero el dinero -en el fútbol actual- todo lo puede (sálvese quien pueda), y el mundo árabe ha pagado una cifra extraordinaria a FIFA por los derechos de organización, una empresa, que desde hace tiempo, como la UEFA, sólo piensan en el dinero. Así nos va…

Qatar 2022 nos deja cifras impresionantes. El gobierno qatarí ha gastado 1696 millones de dólares en inversión de infraestructuras, y prevé ganar unos 17000 millones de dólares. Se han vendido 2 millones de entradas ya, de las 3 millones que existen.

La FIFA piensa ganar -con esta cita futbolística- alrededor de 3500 millones de dólares. 2000 millones por derechos de retransmisión y 1500 millones de dólares, por la aparición de la marca FIFA. Los patrocinadores de las distintas selecciones van a pagar alrededor de 18000 millones de dólares. Cada camiseta costará a cada aficionado entre 80 a 110 dólares.

Y los premios para las distintas federaciones son también económicamente importantes. Haberse clasificado para Qatar ya son 2 millones de dólares; si se consigue clasificarse para Octavos, se ganan unos 12 millones de dólares, si son los cuartos se recibirá 18 millones de dólares; y aquellos que jueguen semifinales ganarán alrededor de 30 millones de dólares. El gran premio es para el campeón, con 50 millones de dólares.

Después de este vendaval de cifras monetarias. ¿Donde se encuentra el error? Evidentemente donde no puede llegar el dinero, en el drama humano.

Los Estadios han sido construidos por emigrantes de Bangladesh, India y Nepal, donde la explotación y el trabajo forzado ha sido durante estos meses, una constante. Para llegar a trabajar, han pagado a contratistas sin escrúpulos, desde 500 a 4300 dólares estadounidenses.

Al llegar a Qatar, estas personas se han encontrado habitaciones donde deben vivir con falta de higiene y hacinamiento, con literas para 8 o más. También se ha producido engaño, a la hora de recibir el salario. De los 300 dólares prometidos, se han pasado a los 190, que se les paga en realidad.

Las amenazas son constantes, no pueden irse de los estadios en jornadas de trabajo interminables, y todos tienen prohibido abandonar el país.

Son datos de dos realidades muy diferentes. La que ven los encorbatados con millones y millones de dólares para sus bolsillos. Y por otro lado, el drama de casi dos millones de personas que sufren lo que representa un error y un horror mundial.

A pesar de que jugarán mi país España, y Costa Rica -que tiene mi total cariño- mantendré una actitud aséptica, a partir del 21 de Noviembre, fecha del inicio del Mundial. Ojalá estos dramas, no se produzcan en el Mundial 2026 en Canadá, Estados Unidos o México, donde se disputará.

Carlos Navio Villalobos
Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.