Aunque hay otros cracks como Benzema, Kroos o el nuevo Vinicius, yo me quedo con Modric. Por su calidad y sobre todo, por ser un excelente ser humano.
Si tuviera que comprarme alguna camiseta del Real Madrid y elegir el nombre de un jugador de la actual plantilla, no tendría ninguna duda, elegiría la del número ‘10’, la de Luka Modric.
Para mi Luka, representa esos valores que tanto oí hablar a mi abuelo, y a mi padre. Los grandes valores del madridismo. El respeto ante el rival, la sencillez de sentirse campeón y no menospreciar al que has superado, y no creerse más que nadie. Todos esos valores los encarna el jugador croata.
Cuando fichó por el Real Madrid, ya tuvo nada más un signo de persona sacrificada, cuando dejó de jugar de media punta, para bajar a jugar de mediocentro y jugar justo donde el equipo lo necesitaba, recuperando balones, porque adelante se encontraban jugadores como Ozil, Benzema o Cristiano Ronaldo. Y la mejor labor era ser un mediocampista de los que inician la jugada desde atrás.
Sigue siendo aquel niño de la guerra de los Balcanes. Un niño que vio lo que es el sufrimiento y las barbaries de un conflicto bélico, lo que le convirtió en una persona humilde y llena de los valores que representa el estar dentro del caos.
Aunque hay otros cracks como Benzema, Kroos o el nuevo Vinicius, yo me quedo con Modric. Por su calidad y sobre todo, por ser un excelente ser humano.
Si hubiera un equipo de 11 Modric, yo sería de ese equipo. Sería del Real Modric CF.
Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.
