Alajuelense anunció este martes que canceló todas sus deudas, con lo que libera poco más de $1 millón anuales para invertir en fichajes e infraestructura.
Los manudos en todo el país (y fuera de él) recibieron una muy grata noticia, en medio de una crisis económica global causada por el coronavirus, Liga Deportiva Alajuelense logró cancelar todas sus deudas y liberar el Estadio Alejandro Morera Soto, tal y como lo informamos aquí
¿Cómo es esto posible? Se preguntan muchos manudos, pero sobre todo aficionados de otros equipos quienes ya empiezan a especular y a crear teorías conspirativas. La respuesta viene de los números, que afortunadamente —y a diferencia de otros clubes que son sociedades anónimas privadas— son públicos y se entregan en los estados financieros, año con año, a los socios del club.
En una conferencia de prensa, el 22 de julio del 2020, Agustín Lleida, gerente deportivo de la Liga, reveló que la institución pagaba cerca de $97.700 mensuales en diferentes deudas. Esa cifra en colones (al tipo de cambio de este martes) representa ¢60.230.096 al mes, un monto nada despreciable con el que se podría pagar una planilla más cara o hacer mejores fichajes.
Sin embargo, lo de la magia de Lleida para fichar con el limitado presupuesto que tiene a mano, es otro tema, del que se podría hablar después. Ahora, el foco son las finanzas de la institución y cómo hizo para salir de deudas en media crisis.
Con el anuncio de este martes, Liga Deportiva Alajuelense libera $97.700 mensuales para reinvertir en fichajes, planilla, infraestructura, capacitación y otros rubros. Eso es lo bueno de estar constituida como una asociación deportiva, esa figura permite que todo el dinero se pueda reinvertir en el club, mientras que si fuera una sociedad anónima con fines de lucro tendría socios, quienes reclamarían y cobrarían las ganancias propias del negocio.
Si hacemos números más finos, la Liga liberó $1.172.400 anuales, que en colones al tipo de cambio de este martes 2 de marzo, representan ¢722.761.152 al año para comprar jugadores, mejorar ofertas a los actuales, construir infraestructura deportiva, entre otras necesidades. Incluso, pensar en el nuevo estadio, como ya se anunció.
Fernando Ocampo, presidente de la Liga, indicó en conferencia de prensa, que en el último año se pagaron cerca de $3,5 millones en deudas con diferentes acreedores, un monto astronómico, que se ve mucho más elevado en tiempos de pandemia.
De hecho, es momento de repasar las deudas que tenía la Liga, de acuerdo con los Estados Financiero Auditados 2018-2019 que fueron enviados a los socios del club.
Vistazo a los números
A junio de 2019 la entidad tenía deudas con bancos y financieras por ¢1.974 millones, además de un cargo de cuentas por pagar de ¢976 millones, en gastos como Fodesaf, directivos y funcionarios, proveedores, tarjetas de crédito, entre otros.
Se suman los gastos acumulados por pagar en cargas sociales, salarios, aguinaldos y otros por ¢510,9 millones.
A continuación, observe la siguiente Tabla que muestra las deudas de Alajuelense, durante 2018-2019.
Al mismo tiempo, la entidad registró un incremento en los ingresos diferidos que pasaron de ¢4.498 millones, en junio del 2018, a ¢5.208 millones, en junio del 2019. Un crecimiento de casi el 16% en un año, aquí entran las transmisiones de radio y televisión; y la venta de palcos, vallas, patrocinios y otros.
De esta forma, los ingresos ordinarios (antes de la pandemia y de la ansiada 30) incrementaron de ¢3.689 millones, en junio del 2018, a ¢4.554 millones, un año después. Un crecimiento de casi el 24%.
Acá podrá observar el siguiente Gráfico que muestra los ingresos de LDA durante el período 2018-2019.
Cambio de paradigma
Para entender el paso a paso que permitió construir la salud financiera de la que hoy goza Alajuelense, será necesario esperar los siguientes estados financieros y el balance final. Lo cierto es que desde ya se pueden apuntar algunas claves de ese éxito.
1- Renegociación de deudas: para nadie es un secreto que Fernando Ocampo es uno de los negociadores más curtidos del país, no en vano fue el encargado de liderar las rondas de consenso de varios Tratados de Libre Comercio (TLC) entre Costa Rica y otras naciones, el más pesado, sin duda, el que se gestó con Centroamérica y Estados Unidos.
Ocampo y un equipo de colaboradores de la Liga empezaron una ronda de negociaciones con bancos y entidades financieras para obtener mejores condiciones, plazos y, de seguro, beneficios en caso de pago anticipado, como finalmente ocurrió.
2- Venta de jugadores: Alajuelense percibió poco más de $400.000 por la venta de Ariel Lassiter al Houston Dynamo de la MLS, además de otras transacciones menores como las de Elian Morales y Adonis Pineda a Sporting F.C. El rubro de venta de jugadores, que permaneció inmóvil durante años en la institución, empezó a moverse y generar dinero. Acá también entra el préstamo con opción de compra de Jonathan Moya al fútbol de Corea del Sur.
No dudamos que en el futuro vendrán nuevas ventas de jugadores jóvenes y promisorios para la Liga y el fútbol nacional. El CAR también generará sus frutos en ese sentido.
3- La magia de la 30: es obvio que la 30 disipó los fantasmas y, como es natural, provocó aumentos en los ingresos por la venta de productos del equipo en la tienda oficial y en la página web, a eso se suma la cultura de una afición que renueva sus votos como socios de la entidad y a la implementación de nuevas estrategias de mercadeo de la mano del certero remozamiento en esa área que lidera Olivier Nowalski. ¡En buenahora!
4- Patrocinios y derechos de transmisión: de la mano del éxito deportivo vienen contratos más jugosos en patrocinios y en derechos de transmisión. Aunque no conocemos el detalle de las cifras de la renegociación con FUTV y Repretel, es un hecho que Ocampo y su equipo no dejaría pasar la oportunidad para obtener mejores ingresos en ese rubro. Después de todo, la Liga es el equipo que todos quieren ver actualmente.
La misma lógica se aplica para los patrocinios actuales, algunos de los cuales renegociarán extensiones con mejores beneficios económicos para la institución, y otros que saldrán para darle paso a nuevas marcas dispuestas a pagar el precio de estar en la camiseta y en las vallas de La Catedral.
No hay mayor ciencia, ni tampoco “magia”. Aunque de seguro este hito se construyó con base en mucho trabajo de equipo, mucha estrategia, mucha visión y mucho liderazgo.
Detrás de Ocampo hay un equipo de personas que hicieron esto posible, no puedo dejar de reconocer el trabajo de Enrique Morúa, tesorero de la Liga, a quién en adelante bautizaremos y reconoceremos como “El Mago de Excel” o el “Lleida Financiero”. Ustedes eligen.
Nota por: Manuel Avendaño, Periodista de datos, economía y política en El Financiero y administrador de negocios con énfasis en finanzas.
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