
La flamante Francia, campeona del mundo, se topó con un selección de Turquía agresiva, con un juego ordenado y sin errores, que hizo pagar caro a los dirigidos por Didier Deschamps.
Con este resultado los turcos comandan en solitario el grupo H. Ni Griezmann ni Mbappé aparecieron en el partido, las variantes no dieron frutos y por el contrario, cada llegada de la selección de Gunes representaba verdadero peligro.
La hinchada turca celebró como una verdadera final el triunfo, el cual obtuvieron gracias a las anotaciones de Ayhan y Under.
Pese a que la principal estrella de los turcos Calhanoglu no fue de la partida, su compatriota Under fue quien se encargó de manejar los hilos del partido y llenar de magia el encuentro.

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