
Y al final Sergio Ramos regresó a su hogar. 18 años después, el de Camas, vuelve al club que le vio nacer como futbolista. Un regreso muy polémico, puesto que parte de la afición no perdona problemas que hubo en el pasado.
Lo primero que ha hecho Sergio Ramos, al enfundarse la camiseta del Sevilla, es pedir perdón por sus errores y ofrecer disculpas a aquellos que se sintieron ofendidos.
La historia de este ‘divorcio’ entre afición sevillista y el defensa, viene desde el momento en el que se decidió fichar por el Real Madrid. El presidente de aquel entonces, era Del Nido, que siempre prefirió traspasar sus jugadores al Barcelona que a la capital. Pero Sergio Ramos siguió con paso firme y tan solo año y medio después de debutar con el club hispalense, se marchó al equipo madridista.

Allí en el Real Madrid, todos conocemos lo que consiguió. Con un estilo debatible, pues fue durante mucho tiempo el jugador con más tarjetas rojas del campeonato, se convirtió en un defensa histórico y más tras marcar el gol en el minuto 93 del empate en la final de Lisboa, frente al Atlético de Madrid.
Sergio Ramos formó una de las parejas más míticas del Real Madrid, junto con Pepe. Una defensa de gran contundencia, por no decir muy dura; que ganó todos los títulos que se podían ganar. El camero es junto con Fernando Hierro o Pirri, uno de los ‘4’ más queridos por el madridismo.
Pero uno de los grandes errores, que siempre ha cometido Sergio Ramos, es hacer demasiado caso de su hermano y representante René Ramos. Al creerse ya leyenda del club, el sevillano empezó a pedir renovaciones casi anuales de su contrato, la primera vez amenazó con irse al Manchester United y le salió bien. El club le renovó con mejora. En el segundo intento no y se tuvo que ir del Real Madrid.
En su trayectoria en el París Saint Germain, no se puede hablar de pena y de gloria, sino solo de pena. Sergio Ramos nunca supo ni donde se encontraba. Su porte de torero necesita sol y ambiente latino, las frías calles parisinas fueron para él como un delfín en un cuadrilátero, algo fuera de contexto. Los dos años que ha estado compartiendo vestuario galo, han sido para el olvido completamente. Primera temporada prácticamente lesionado en su totalidad y una segunda que jugó mucho más, pero sin llegar a subyugar.
Así se encontró en el verano de 2023, libre y sin proyecto. Llamaron a la puerta múltiples equipos y diferentes ligas, como el Galatasaray, Boca Juniors -y como no- la Liga Árabe. Pero nadie realmente daba con lo que Ramos buscaba. Porque inicialmente pedía 4.5 millones de sueldo, algo inalcanzable para la mayoría y para un jugador que tiene 37 años.
De ahí, a volver a casa. Eso sí, bajándose sus pretensiones económicas a 400.000 euros y sabiendo que la grada de animación más radical del Sevilla, no le perdonan su marcha, y sus gestos a la grada, de momento. Porque, otra cosa no, pero pundonor pondrá todo lo que tenga, porque Sergio Ramos siempre a pesar de la intrascendente etapa francesa, ha intentado ser un magnífico profesional.
El Sevilla es último, con un partido menos, que no se disputó en el Metropolitano, y haría bien en enterrar guerras internas. El sevillismo debe estar unido para salir del pozo, algo que desde el cielo seguro que Puerta está totalmente de acuerdo.

Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.