Es inminente, en pocas horas será oficial. Ousmane Dembélé se va al París Saint Germain.
El Barcelona está dispuesto a entrar en la guerra con el club parisino por el traspaso del extremo francés, pero la realidad culé vuelve a salir a la luz. Un club que hoy en día, no es lo que fue, y económicamente no puede competir con nadie.
El día es el 31 de Agosto, eas la fecha límite para que la cláusula liberatoria de Dembélé sea de tan solo 50 millones de euros. Un gran precio para un sensacional futbolista, que a la vez será el más que probable sustituto de Mbappé en el PSG.
Además, por si fuera poco la ruina de negocio para el Barça; el club catalán sólo ganaría realmente 25 millones de euros, ya que los otros 25 millones son para el jugador y representante.
Dembélé y su representante Sissoko sabían muy bien lo que firmaban el año pasado. Una renovación con una cláusula muy asequible, tal y como está el mercado; y que permitía al jugador francés llegar a París si él quería.
La debacle en el Barcelona es de una dimensión enorme.
Este verano, no se había planteado su venta, pero si se produjera debía ser por una cifra superior a 50 millones de euros, alrededor de los 100 millones. Ahora su marcha hace que el Barça reciba poquísima compensación económica y tenga que buscar un sustituto en el mercado, pero lo peor de todo es la vuelta al mundo real; un Barcelona que dista aún mucho de ser el ‘gran Barça’ debido a que su situación financiera es pésima, y que cualquier club europeo con más capacidad monetaria le puede perjudicar seriamente si convence al futbolista de irse.
Todo es claro. El futbolista se va al PSG, por dos motivos: el principal el económico como siempre, y después la falta de adaptación completa al club.
Dembélé no termina de adaptarse al 100%. Las condiciones para Dembélé son magníficas, irrechazables. Las condiciones para el Barcelona, una pesadilla.
Asumiendo lo que viene, hay que buscar un remplazo. El más posible, por tener una situación similar en el Atlético, es Yannick Carrasco; el sueño imposible es Bernardo Silva. Y después nombres variopintos como son Lo Celso, Gabri Veiga, o incluso Joao Félix.
Dembélé es un nuevo caso Neymar 2.0. Cuando el jugador brasileño se fue de la entidad azulgrana, por 222 millones de euros también al PSG, comenzando la debacle económica y social, en la entidad catalana. Ahora, Dembélé se va por 170 millones menos, que la estrella carioca. Y deja, una sensación de caos y de despropósito dentro del barcelonismo.
Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.
