
La Sele debutó en la Copa Oro ante Panamá y fue un completo desastre.
Este lunes volvimos a recibir una cachetada más, un baile más, otro partido donde no jugamos a nada, otros 90’ minutos donde Luis Fernando Suárez demostró toda su incapacidad para leer un juego y donde nunca supo, al menos, competir frente a Panamá.
Entretanto los canaleros fueron la otra cara de la moneda, los dirigidos por Thomas Christiansen tienen una clara idea de juego, su zona defensiva lució a la perfección, cuentan con un Alberto Carrasquilla que es el eje del juego panameño y en ofensiva está José Fajardo quien nos tiene la medida puesta desde el juego perdido en el Estadio Nacional por la Nations League.
Los panameños se fueron al frente en el marcador a los 23’ con certero cabezazo de Fajardo quien se colocó en medio de Juan Pablo Vargas y Francisco Calvo para con fuerte testarazo vencer la estirada de Kevin Chamorro.

La reacción de los nacionales nunca llegó, apenas y tuvimos dos opciones claras a gol antes del segundo tanto panameño. La primera en pies de Josimar Alcócer y la segunda con Joel Campbell. Eso fue todo lo mostrado por los costarricenses en ofensiva.
Edgar Bárcenas a los 68’ de la parte complementaria y también de cabeza puso el lapidario 2-0 en Florida.
Después de esa anotación la Sele bajó totalmente los brazos, “se rindieron” muy fácil ante el baile descomunal de la nueva “bestia negra” de la tricolor.
Apenas un chispazo entre Joel Campbell y Aarón Suárez nos dejó el gol del descuento al 90+2.
Lo de la noche de este lunes fue terrible, penoso, humillante y demás. El camino luce más y más oscuro. Estamos a las puertas de un nuevo ridículo en el máximo torneo de la región de Concacaf.
Foto: prensa FEDEFUTBOL

No dudo que haya nacido con un balón de fútbol a la par. Eso siempre ha sido mi mayor pasión. Luego uní esa pasión con lo que quería ser en la vida y aquí estamos.