Una vez ganada LaLiga el Barça se prepara para afrontar el nuevo proyecto de la temporada 23-24; un año donde habrá múltiples novedades.
Mateo Alemany, el que ha sido secretario técnico hasta la fecha, y que se marcha para trabajar de la misma función en el Aston Villa, será sustituido por Deco, quien ha asegurado abiertamente que este será “un verano muy interesante”. Un verano, que va a depender de la capacidad financiera del club catalán y que será supervisado por el Fair Play Financiero, y Laliga.
La gran ilusión de todo el barcelonismo, es el regreso de Leo Messi. Se habla de que el club le ofrece al astro argentino, unos 13 millones de euros y dos años de contrato, aunque Messi se puede ir libremente al término del primero. La realidad, es que aún es muy complicado, debido a la enorme masa salarial que tiene el Barcelona. A favor, el regreso de la familia Messi a su verdadero hogar y una despedida ante su afición, después de tantos buenos momentos que el argentino ha aportado al club catalán.
En el plano real; quién está completamente cerrado y será jugador del Barcelona 23-24, es Íñigo Martínez del Athletic Club. Tras la marcha de Gerard Piqué, era un candidato idóneo, ya que quedaba completamente libre este verano.
Otro jugador que quedaba libre, y que parece estar muy próximo a la órbita culé, es Ilkay Gundogan. El actual jugador del City, tiene el apoyo incondicional de Guardiola, y habrá que esperar como termina su temporada.
Otro apartado es el regreso de Abde al Camp Nou, tras triunfar completamente en su cesión al Osasuna. El jugador será de la plantilla, a menos que llegue una oferta mareante de la Premier.
Una de las mayores preocupaciones de Xavi, es el de reforzar la delantera con un 9 que ayude a un Robert Lewandowski, que ya el año que viene tendrá 35 años. Para ello, el club ha sondeado a Vitor Roque, un jovencísimo atacante brasileño, al cual no termina de atar. También se habla de Carrasco, del Atlético de Madrid, una operación que rondaría los 20 millones de euros.
Todo no serán llegadas. Dentro de la directiva azulgrana, son conscientes de que hay que conseguir ingresos. Ansu Fati ha vuelto a dejar lejos el gran nivel que se esperaba de él, y estará en el mercado. Como también lo estarán otros como Eric García, Kessié e incluso dos jugadores más sorprendentes como son Ferran Torres y Raphinha.
Aparte de la reestructuración de la plantilla azulgrana, el Barcelona se prepara para otro cambio importante; el de cambiar el Camp Nou por el Estadio Olímpico de Montjuic, durante al menos dos temporadas, debido al inicio de las obras del Espai Barça, una obra faraónica, que costará alrededor de unos 1500 millones de euros, y que devolverá al coliseo azulgrana, su esplendor.
Para la anécdota, el Barcelona 23-24, vestirá de Blanco, en su segunda equipación, algo que aunque suena impactante, pero que ya ha sucedido anteriormente en los tiempos de Johan Cruyff como jugador, cuando el club catalán jugó de blanco ante el Aston Villa, en la Copa de la UEFA de la temporada 77-78. Y llegó a ganar la Copa Latina en 1952, ante el Niza también vestido de ese color.
La temporada que se avecina parece que será otra temporada transcendental para la historia del club catalán. ¿Podrá el Barça jugar la Champions a pesar del Caso Negreira? ¿ Cómo albergará el Estadio de Montjuic a tanta afición culé como local? ¿Veremos a Messi de Blanco?
Colaborador de Diario Deportivo CR, radicado en Madrid-España.
